domingo, 21 de agosto de 2011

Un tratamiento Metafísico?


Cómo hacer un tratamiento metafísico:

LA FÓRMULA INFALIBLE

La mente humana del hombre común, del que no se replantea las cosas y que cree que la vida es así y nada se puede hacer más que quejarse, o sentirse víctima o asustado, contiene una acumulación de opiniones, convicciones o conceptos errados creados por ego, por los miedos, por lo que aprendió de sus padres, de su cultura, de su país, lo que le transmitieron a nivel consciente e inconsciente.

Esas creencias se manifiestan creando la realidad, las condiciones exteriores, todas las calamidades y sufrimientos que aquejan al ser humano y el mundo en general; enfermedades, accidentes, dolencias, pleitos, desarmonías, escasez, fracasos y hasta la muerte.                                   
Felizmente, nada de eso se ajusta a la Verdad del Ser.
Y Felizmente existe la manera de borrar todas esas creencias falsas y de sustituirlas por correctas, que no solamente produzcan condiciones y circunstancias positivas, buenas, felices, correctas, sino que, una vez corregido el error y establecida la Verdad en el subconsciente, nunca más podrán volver a suceder las cosas negativas en nuestras vidas.
La orden ha sido cambiada. El imán ha cambiado de polo y es absolutamente imposible atraer algo que no encuentre ya su correspondencia en nosotros, ya no lo atraemos más.
La fórmula infalible es la siguiente:
Cada vez que te ocurra algo indeseable, que te enfermes, que te ocurra un accidente, que te roben, que te ofendan, que te molesten...
O que Tú  seas la causa de algún mal hacia otro o hacia tí mismo...
Si eres afligido por un defecto físico, o moral, o de carácter;
Si te desagrada alguien, si lo detestas, o si amas demasiado y sufres por esto;
Si te torturan los celos; si te enamoras de alguien que pertenezca a otro;
Si eres víctima de una injusticia; o eres víctima del dominio de otro. (La lista es interminable, de manera que suple tú la condición que te esté afectando).  
                                          
Conoce la Verdad.
Así Jesucristo, el más grande de todos los Maestros de Metafísica, dijo “Conoced la Verdad y ella os hará libres” [Evangelio de San Juan: 8, 32].
Y cuál es la verdad?
La Verdad, la ley suprema es La Armonía Perfecta, la belleza, la bondad, la justicia, la libertad, la salud (Vida), inteligencia, sabiduría, amor, dicha.
Todo lo opuesto es apariencia, es maya, es ilusión, es un invento creado por nuestra mente, por nuestras creencias.
Todo lo opuesto a la Armonía, al Amor es contrario a la ley suprema de la Armonía Perfecta luego es mentira porque es contrario a la Verdad.
Tu “YO” superior es perfecto. En este momento y siempre ha sido perfecto.
No puede enfermarse porque es VIDA.
No puede morir por la misma razón. No puede envejecer.
No puede sufrir.
No puede temer.
No puede pecar.
No tiene que luchar.
No puede cambiar jamás.
Es bello.
Es amor, inteligencia, sabiduría, dicha.
Esa es la Verdad.
Es tu Verdad, la mía, la de todos los seres humanos, ahora mismo.
No es que el ser humano sea Dios. Así como una gota de agua de mar no es el mar. Pero contiene todo lo que forma y contiene el mar, en un grado infinitesimal; y para un átomo, esa gota de agua es un mar.
CUALQUIER COSA QUE ESTÉS MANIFESTANDO; QUE TE ESTÉ OCURRIENDO CONTRARIA A LA ARMONÍA PERFECTA, O QUE TÚ MISMO ESTÉS HACIENDO O SUFRIENDO CONTRARIA A LA ARMONÍA PERFECTA, SE DEBE A UNA CREENCIA ERRADA QUE TÚ CREASTE, Y POR REFLEJO LA ESTÁS LANZANDO HACIA AFUERA Y ATRAYENDO SU IGUAL, DEL EXTERIOR.
NO TIENE NADA QUE VER CON TU YO SUPERIOR. ÉSTE CONTINÚA PERFECTO. SUS CONDICIONES Y SU SITUACIÓN SON PERFECTAS SIEMPRE.
Aquí v la fórmula:
Presta mucha atención…no la desvalorices por ser algo simple…Dios dijo que únicamente los niños entrarán en el reino de los Cielos. Menciona a los niños porque son seres simples, abiertos, sin prejuicios….
Ahora, en cada una de las circunstancias enumeradas más arriba, debes recordar lo que te acabo de decir, primeramente, y luego decir mentalmente o en voz alta, como quieras, “NO LO ACEPTO”.
Dilo con firmeza pero con infinita suavidad. Los trabajos mentales NO NECESITAN de la fuerza física. Ni el pensamiento ni el espíritu tienen músculos.
Cuando tú digas “No lo acepto”, hazlo como si dijeras “No me da la gana”, tranquilamente, pero con la misma convicción y firmeza, sin gritar, sin violencia, sin un movimiento, sin brusquedad. ¿Me hago comprender?
Después de haber dicho “no lo acepto”,
Recuerda que tu YO superior es perfecto; que sus condiciones son perfectas.
Ahora dí: “DECLARO QUE LA VERDAD DE ESTE PROBLEMA ES... (armonía, amor, inteligencia, justicia, abundancia, vida, salud, etc., cualquiera que sea lo opuesto a la condición negativa que se esté manifestando en ese momento).
GRACIAS PADRE QUE ME HAS OÍDO”.
No tienes por qué creer ciegamente lo que estás leyendo. Debes comprobarlo tú mismo.
En el lenguaje metafísico esto se llama “un tratamiento”.
Después de todo tratamiento hay que conservar la actitud que se ha declarado. No se puede uno permitir que entre la duda respecto a la eficacia del tratamiento, ni se puede volver a expresar en palabras los conceptos, opiniones y creencias de antes, porque se destruye, se anula el tratamiento.
El propósito es el de transformar el patrón mental que ha estado dominado en el subconsciente, o sea, el clima mental en que has estado viviendo, con toda su serie de circunstancias negativas.
San Pablo dijo: “Sois transformados por la renovación de vuestra mente” [Romanos: 12, 2]. Esta renovación se hace cambiando cada creencia antigua a medida que vayan presentándose ante nuestra vida (o a nuestra conciencia), en conocimiento de acuerdo con la Verdad.
Vemos un ejemplo concreto:
Tienes una enfermedad, artritis o artrosis, dolor constante.
Tratamiento: “No acepto este dolor en mis huesos y articulaciones, no acepto tener artritis…declaro que la verdad de este problema es que mi salud es perfecta, que mis huesos y mis articulaciones están sanos y fuertes, gracias Padre que me has oído y que ya me lo has concedido”
Hay convicciones que están tan arraigadas que son lo que se llama en el lenguaje metafísico “cristalizaciones”.
Estas requieren más trabajos que otras. Pero cada “negación” y “afirmación” que se haga respecto a estas cristalizaciones va borrando el diseño original hasta que desaparece totalmente y no queda sino la Verdad.
Verás los milagros que ocurren en tu vida, en tu ambiente y en tus condiciones.
Tú no tienes defectos sino apariencia de defectos. Lo que ves como defectos morales o físicos son transitorios.
Al “conocer la verdad” de tu YO verdadero, tu Cristo, tu Ser Superior que es perfecto, que es hijo de Dios hecho a semejanza del Padre, comienzan a borrarse las imperfecciones que tú estás presentándole al mundo.
Es un hecho constatable. Todo estudiante de metafísica cristiana te puede corroborar lo que acabo de decirte.
Esta es la Gran Verdad. No la olvides jamás.
Comienza ahora mismo a practicarla. Mientras más se practica más se realiza, más se adelanta y más feliz te sentirás.
Recuerda, Despierta!
Tú eres único, como tus huellas digitales.
Fuiste creado por un diseño único, para un propósito especial que no puede cumplir nadie más que tú. Has tardado 14.000 años para evolucionar a tu sitio de hoy.
Las expresiones de Dios son infinitas. Tú y yo somos sólo dos de esas infinitas expresiones.
Tu Cristo es un ser inteligente que te ama con delirio y que tiene siglos esperando que lo reconozcas, que esta dentro tuyo.
Llegó el momento de conectarse con él, de reconocerlo, de permitir que actúe, Háblale, consúltale y espera sus respuestas.
Es el guía y Maestro único para tí. Cuando tú llegues a comprender, aceptar y realizar esta verdad, será el nacimiento de Cristo para tí.
Es lo que está profetizado para esta era. Es el Mesías. No es que Jesús vuelve a nacer ahora. Es que cada uno va a encontrar el Cristo en su conciencia y en su corazón, tal como le ocurrió a Jesús. Por eso lo llamaron “Jesucristo”.


Lic Claudia M Pennisi 
www.autoterapia.neositios.com

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